Trastornos de la conducta en sueño REM
El trastorno de conducta durante el sueño REM (TCR) es una parasomnia que fue inicialmente descrita por Schenck en 1986. Este trastorno se caracteriza por la pérdida de la atonía muscular característica del sueño REM, asociada a la activación del sistema motor durante las ensoñaciones, que con frecuencia son de carácter violento y agresivo.
La prevalencia de la enfermedad en la población general es aproximadamente del 0,5%, aunque puede estar enmascarada por otros cuadros; se diagnostica de forma errónea como trastorno convulsivo nocturno, trastorno psiquiátrico o una forma rara de síndrome de apneas obstructivas durante el sueño.
Prevalencia
Es más frecuente en varones (90%) que en mujeres, con una edad promedio de inicio de entre los 50-65 años, y unos límites de 9 a 81 años. Sin embargo, en pacientes con atrofia multisistémica es mucho más frecuente en mujeres.
La mas frecuente forma de presentación es la forma idiopática que es cuando no presenta otras asociaciones. La forma idiopática puede evolucionar a lo largo de los años y llegar a desarrollar una enfermedad neurodegenerativa, principalmente alfasinucleopatías, tales como enfermedad de Parkinson, demencia por cuerpos de Lewy y atrofia multisistémica, de tal manera que el TCR constituiría una manifestación clínica precoz del desarrollo de esas enfermedades.
Del mismo modo, el TCSR se asocia a enfermedades neurodegenerativas9 (enfermedad de Parkinson, atrofia multisistémica, demencia por cuerpos de Lewy y, menos frecuentes, parálisis supranuclear progresiva, enfermedad de Alzheimer, degeneración corticobasal, ataxias espinocerebelosas, etc.), narcolepsia, lesiones estructurales de troncoencéfalo, tumores y accidente cerebrovascular.
El TCR también se puede puede presentarse de forma aguda o bien crónica. La forma aguda puede desencadenarse durante la abstinencia tras el consumo crónico de alcohol, sedantes-hipnóticos, anticolinérgicos y fármacos bloqueadores beta liposolubles que, al ser retirados, producen la desaparición de la parasomnia.
Fisiopatologia
El sueño REM típicamente constituye entre el 15-25% del ciclo normal de sueño y es la fase de sueño donde tiene lugar el 80% de las ensoñaciones. En el TCR, se pierde la paradoja del sueño REM, se produce una pérdida intermitente de la atonía junto con una actividad motriz y onírica compleja, debida a una disfunción de las estructuras del cerebro (tegmento pontino, el locus coeruleus y el núcleo pedunculopontino, principalmente) que son los que regulan el tono muscular durante el sueño
Síntomas clínicos del trastorno conducta en sueño REM
Clínicamente, este trastorno debe consistir en la presencia de conductas vigorosas o violentas que aparecen durante el sueño, junto a somniloquia, y que el paciente asocia a sueños vívidos de contenido desagradable.
Un 25% de los pacientes tiene un pródromo, casi siempre prolongado, que se inicia unos años antes, y que incluye liberación conductual subclínica durante el sueño: sonambulismo, gritos, fasciculaciones y sacudidas de las extremidades.
Las conductas de actuación que se presentan durante el sueño REM son de características agresivas o exploradoras: hablar, reír, gritar, maldecir, gesticular, agitar los brazos, golpear, patear, sentarse, brincar fuera de la cama, correr. No es infrecuente que al dar manotazos los pacientes tiren los objetos de la mesita de noche, golpeen al acompañante y lo lesionen o se autolesionen. La molestia principal son las lesiones durante el sueño, tales como equimosis, laceraciones, hematomas, incisiones, hematomas subdurales y fracturas (costales, escapulares, vertebrales), junto con la alteración del proceso y el contenido de los sueños, los cuales son referidos, como más vívidos, intensos y con acciones violentas. El 80-90% de los pacientes recuerdan los sueños, que suelen tener un carácter desagradable: discusiones, peleas, persecuciones y caídas por precipicios.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del trastorno de conducta durante el sueño REM debe ser clínico y polisomnográfico. Los hallazgos clínicos deben confirmarse con un registro polisomnográfico que demuestre la ausencia de atonía en esta fase. Es preferible que este estudio se acompañe de una monitorización audiovisual simultánea que permita detectar los movimientos anormales que tienen lugar en esta fase.
El registro polisomnográfico puede contribuir de esta manera a diagnosticar o a diferencias otras alteraciones que coexisten con este trastorno, como apneas obstructivas, movimientos periódicos de las extremidades y parasomnias NREM, y epilepsia, además permite descartar otros diagnósticos que clínicamente pueden cursar como conductas anormales.
Ante un cuadro así te aconsejamos consultar con un especialista en medicina del sueño para que pueda realizar una buena evaluación y un buen diagnóstico.
Articulo escrito y revisado por Dr. A. Ferré. Médico especialista en medicina del sueño. Si tienes alguna duda o consulta sobre el tema puedes contactar con nosotros pinchando aquí.
Bibliografía trastorno conducata en sueño REM.:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6095693/pdf/nihms979228.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6029467/pdf/BN2018-9421098.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6402728/pdf/cureus-0010-00000003807.pdf