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El cólico del bebe y el sueño: Aprende a mejorarlo para que duerma mejor

19 Feb 2023

El cólico del bebe. Un bebé que tiene cólico llora durante muchas horas consecutivas, aunque esté sano, bien alimentado y seco. (Aprende todo sobre porque lloran los niños pinchando aquí)
El cólico suele empezar alrededor de las 2 semanas de vida del bebé y puede durar hasta que cumpla 4 meses.
Habla con el pediatra sobre el llanto del bebé. Habrá que descartar cualquier problema médico.
Para calmar el cólico de tu bebé, prueba el ruido blanco, mecerlo o balancearlo, envolverlo en una cobija, darle masajes y alimentarlo en una postura más vertical.
Tu bienestar también es importante. Busca la ayuda de tus amistades y familiares.

colico del bebe y sueño
Bebé que present cólico antes de conciliar el sueño

 

¿Qué es el cólico?

La palabra cólico es el término que se usa para describir el llanto incontrolable de un bebé, que por lo demás goza de buena salud. Si tu bebé tiene menos de 5 meses y llora durante más de tres horas consecutivas, tres o más días por semana, por tres semanas seguidas o más, se considera que tiene cólico.

El cólico no es una enfermedad y no le hará daño a tu bebé a largo plazo, pero resulta difícil de sobrellevar, tanto para los bebés como para los papás.

Aproximadamente uno de cada cinco bebés desarrolla cólico, y el problema suele manifestarse entre las segunda y tercera semana de vida (o, si se trata de un bebé prematuro, de 2 a 3 semanas después de la fecha probable del parto).

¿Cuáles son los síntomas del cólico del bebé?

Es normal que los bebés lloren cuando tienen el pañal mojado, están hambrientos, asustados o cansados, pero tu bebé podría tener cólico si presenta las siguientes señales:

  • Llora excesivamente, casi siempre a la misma hora todos los días (suele ser hacia el final de la tarde o por la noche).
  • Su llanto tiene un tono más agudo y más fuerte de lo normal. Podría sonar como un llanto de dolor.
  • Su llanto es inconsolable, por más que intentes calmar a tu bebé.
  • Los episodios de llanto empiezan y acaban de manera repentina.
  • El bebé muestra señales de que tiene problemas estomacales. Quizás esté inconsolabre debido a los gases y otros problemas gastrointestinales. Como si no bastara, muchos bebés que padecen cólicos también tienden a tragar aire cuando lloran, lo cual aumenta el problema de los gases.
  • Quizás notes que aprieta sus deditos, arquea la espalda, y se sonroja, al mismo tiempo que estira o levanta las piernas y suelta gases mientras llora. Su carita podría ponerse colorada y su estómago hinchado. Algunas veces se sentirá mejor después de liberar los gases o evacuar.

¿Cuánto durará el cólico del bebé?

Por suerte, después de la tempestad viene la calma. El cólico suele intensificarse alrededor de las 6 semanas de vida del bebé, y mejora notablemente entre los 3 y 4 meses. Para cuando cumplan los 4 meses, entre el 80 y el 90% de los bebés ya habrán superado el cólico. El porcentaje restante podría tardar un mes más en superarlo.

Eso implica que quizás tengas por delante bastantes meses de «tempestad». Mientras tanto, trata de consolar a tu bebé lo mejor que puedas y pide ayuda si la necesitas. Cuidar de un bebé que padece cólico es muy estresante, y necesitas descansar de vez en cuando para mantenerte en tu sano juicio.

Pídele a tu pareja, a un familiar o a una amiga que te cuide al niño mientras vas a dar un paseo, o desahógate con un buen llanto si es que eso te ayuda a disminuir la tensión.

¿Cuáles son las causas del cólico?

El cólico es uno de los grandes misterios de la vida de un bebé. Puede ocurrir independientemente de si son o no primogénitos, de si son niños o niñas y de si reciben leche materna o de fórmula.

Nadie sabe por qué algunos bebés son más propensos que otros, pero las teorías abundan, y es muy posible que esta propensión se deba a más de una causa. Entre ellas se incluyen las siguientes posibilidades:

Madre fumadora.

Sabemos que los bebés cuyas madres fumaron durante el embarazo o después del parto, tienen mayores posibilidades de padecer cólico (aunque este riesgo se reduce si el bebé es alimentado con leche materna).

Sensibilidad.

Algunos especialistas creen que los episodios largos de llanto debido al cólico constituyen una liberación física para los bebés que son muy sensibles. Cuando llega la noche, explican, estos bebés están agotados de tanto mirar, escuchar o experimentar sensaciones nuevas y comienzan a llorar para desahogarse.

Problemas estomacales.

Otros expertos creen que hay factores gastrointestinales (gases, alimentación excesiva o insuficiente, o un sistema digestivo inmaturo) que podrían influir en los síntomas de los cólicos.
Tu bebé estará más cómodo si te aseguras de que no trague tanto aire al darle pecho o biberón. Eso significa que deberás alimentarlo en una posición más erguida; sacarle el aire adecuadamente, y asegurarte de que se prenda bien al pecho o agarre bien el biberón.
De 2 a 3% de los bebés tienen dolores abdominales debido a una intolerancia o alergia a la proteína de la leche de vaca. Si crees que tu bebé podría tener alguna sensibilidad a algún ingrediente de la leche de fórmula o tu leche materna, habla con el pediatra (si estás amamantando, quizás convenga eliminar los productos lácteos de tu dieta por varias semanas; si le das fórmula a tu bebé, talvez el médico te recomiende pasarlo a una fórmula extensamente hidrolizada).

Reflujo gastrointestinal.

Esta condición, también conocida como acidez, podría derivar en síntomas de cólico. Si tu bebé vomita o escupe con frecuencia y parece incómodo, o no crece como se espera, llévalo al doctor y háblale de lo que te preocupa.

Bacteria intestinal.

Otra teoría es que algunas veces el cólico es causado por un desequilibrio de las bacterias saludables en el intestino. Los estudios han demostrado que los bebés que padecen cólico tienen una microflora intestinal diferente a la de los bebés que no sufren de cólico.

Niveles más elevados de serotonina.

Los estudiosos han encontrado que algunos bebés con cólico producen más serotonina, una sustancia química que ayuda en la comunicación entre el cerebro y el cuerpo, y que también hace que se contraigan los músculos intestinales. Hacen falta más investigaciones para conocer mejor la conexión entre la serotonina y el cólico.

Principio de migraña (jaqueca).

Algunos estudios sugieren que el cólico es un presagio de que el niño tendrá jaquecas más adelante. Lo que los científicos no saben al cierto es si el cólico es un síntoma temprano de las migrañas infantiles, o si los bebés que sufren de cólico y los niños que desarrollarán migrañas comparten alguna característica genética.

Estrés familiar.

Los estudiosos han encontrado un vínculo entre las madres que sufren de trastornos de ansiedad y los bebés que lloran excesivamente. También es posible que exista una relación entre el cólico del bebé y la tensión emocional o la depresión en el embarazo, e incluso entre la depresión del papá y el cólico. Si estás luchando contra la ansiedad o la depresión, el apoyo que busques ahora te ayudará a ti y a tu bebé.

¿Debo llevar a mi bebé al doctor si creo que padece cólicos?

Sí, es una buena idea hablar con el doctor sobre el llanto excesivo de tu bebé. El pediatra puede descartar otras posibles causas, como problemas intestinales o una infección urinaria. También querrá verificar que tu bebé esté comiendo y creciendo adecuadamente. El doctor podrá ayudarte a decidir la mejor forma de afrontar el cólico.

Y si tu bebé tiene otros síntomas como fiebre, vómitos, diarrea o sangre en las heces, llama al doctor inmediatamente. Esto síntomas no se deben al cólico.
Qué puedes hacer para calmar el cólico de tu bebé

Si el doctor cree que tu bebé tiene cólico, te sugerirá diferentes formas de calmarlo. Prueba también las estrategias que te sugerimos a continuación:

Dale un suave masaje.

Tu bebé podría disfrutar un suave masaje, pero presta atención a cómo reacciona. Es posible que el masaje lo estimule demasiado y no le agrade. (Por cierto, aún no se ha comprobado que los tratamientos quiroprácticos ayuden a aliviar el cólico).

Haz ruido.

A tu bebé le gustan los sonidos que le recuerdan el rítmico latido de tu corazón y los ruidos que oía en tu vientre. Quizás lo reconforte sentarse en su sillita cerca de la secadora de ropa en funcionamiento, o que lo cargues en un portabebés frontal mientras pasas la aspiradora. También podría calmarle el ruido del extractor de aire de la cocina.

Otra opción son los CD que incluyen sonidos parecidos a los que tu bebé escuchaba en tu vientre o aquellos de la naturaleza, como cascadas (claro que también puedes bajarlos directamente de tu computadora o teléfono celular).

Silencio.

Aunque a algunos bebés les reconforta el movimiento, el ruido y la actividad, otros necesitan menos estímulos y responden mejor al silencio, la quietud y la oscuridad.

Muévelo.

A los bebés les tranquiliza moverse suavemente, así que prueba mecerlo en tus brazos. También puedes colocarlo en una silla mecedora o vibradora o un columpio de bebé. Solo recuerda que, si se queda dormido, es más seguro para tu bebé que lo pongas en su cuna.

También le puede gustar pasear por la casa metido en una mochila frontal o una cangurera. Un rebozo también puede ser de utilidad. Posiblemente prefiera estar bastante alto, cerca de tu pecho y del latido de tu corazón. Prueba también balancear tu cuerpo o dar suaves rebotes en esta posición, mientras mantienes a tu bebé bien agarrado.

Prueba a cambiar de ambiente.

Si estás adentro, sal a dar un paseo, ya sea con tu bebé en la carriola (cochecito), la cangurera o una mochila frontal. Ver, oler y oír cosas nuevas, y el aire fresco y los movimientos rítmicos al caminar, pueden ayudar a calmarlo y quizás se quede dormido. Por otro lado, si has estado toda la mañana fuera con tu bebé, quizás necesite un rato tranquilo en casa.

Cámbialo de posición.

Tu bebé podría sentirse más cómodo si lo cargas en brazos, o puede ser que prefiera una postura en la que esté más erguido. También es posible que le encante cuando lo acuestas boca abajo sobre tu regazo. Cuando esté molesto, prueba con diferentes posiciones para hallar la que más le gusta.

Envuélvelo.

Piensa en lo apretadito que estaba en el útero antes de nacer, y te harás a la idea de lo grande que el mundo puede parecerle ahora. Envolver a tu bebé en una cobija (manta) ligera o una sábana, puede hacerle sentir más seguro. Si no se concentra cuando come, también puedes tratar de envolverlo. O bien, justo antes de que empiece su periodo habitual de cólico y llantos, o antes de ponerlo a dormir. No solamente puede ayudarlo a dormirse, sino también a permanecer dormido.

Algunos investigadores han descubierto que los bebés que están envueltos duermen más profundamente que los que no lo están. Esto es porque, como los bebés se estremecen y menean durante el sueño, sus propios movimientos pueden despertarlos. Al estar envuelto, tu bebé se moverá menos y será menos probable que se despierte.

Si acuestas a tu bebé envuelto en una cobija, tendrás que estar pendiente de que no se dé la vuelta y termine con su carita contra el colchón. Para evitar que esto ocurra, deja de envolverlo cuando tenga 2 meses (o cuando empiece a voltearse). Mira este video para aprender a envolver a tu bebé.

Dale un bañito templado.

Un baño calmante durante un episodio de cólico puede distraerlo y relajarlo. A algunos bebés les encanta que los sostengan bajo la ducha, con un chorro suave cayendo sobre su espalda. A tu bebé le puede tranquilizar el golpear rítmico del agua, además del sonido.

Ofrécele un chupón.

Cualquier cosa que calme a tu bebé vale la pena. Para algunos bebés, succionar es el relajante ideal. Ofrécele un chupón (o chupete), incluso si bajo otras circunstancias no lo harías. O anima a tu bebé a chuparse el dedo llevándoselo suavemente a la boca.

Alíviale los gases.

Algunos bebés que padecen cólicos también sufren de gases porque tienden a tragar aire cuando lloran. Alimenta a tu bebé en una postura más erguida y sácale el aire con frecuencia para aliviarle el dolor que provocan los gases.

Usa un termo con agua tibia.

A algunos bebés les gusta la sensación de un recipiente de agua tibia sobre el estómago. Llena con agua tibia uno de esos termos o botellas especiales para el agua caliente, y envuélvela en una toalla (asegúrate de que el agua no esté demasiado caliente; aunque a ti te parezca solo tibia, podría ser demasiado caliente para tu bebé). Pon el recipiente sobre tu estómago y echa a tu bebé encima tuyo.

Prueba los probióticos.

Los bebés que padecen cólico podrían tener una microflora intestinal diferente a la de los bebés que no sufren de cólico. Algunos estudios han demostrado que los probióticos (especialmente el L reuteri) han ayudado a reducir los síntomas del cólico en los bebés que reciben leche materna. (Hace falta más estudios para determinar si lo mismo ocurre con los bebés que reciben fórmula).

Pregúntale al médico de tu bebé si vale la pena probar los probióticos y pídele recomendaciones.

¿Hay alguna medicina o suplemento que alivie el cólico del bebé?

Aparte de los probióticos, puedes probar las gotas antigás que se venden en las farmacias (como Mylicon, o gotas de simeticona). Aunque no se ha comprobado su eficacia, muchos papás las usan para combatir los dolores de los gases y se consideran seguras para los bebés.

Por otro lado, hay cosas que no debes darle a tu bebé con el propósito de calmarlo, como las siguientes:

  • Cereal infantil o cualquier tipo de alimentos sólidos. Si tu bebé aún no está listo para comerlos, no podrá digerirlos apropiadamente y podría sentirse peor.
  • Medicamentos de libre venta como los antiespasmódicos y antihistamínicos. Podrían no ser seguros para tu bebé.
  • Infusiones y suplementos de hierbas. Algunos estudios han demostrado que ciertas soluciones a base de hierbas, incluyendo una conocida como gripe water (hecha a base de hinojo y eneldo), pueden aliviar los cólicos. El problema es que dependiendo de su concentración, dosificación y calidad de las hierbas, podrían no ser seguras. Es por eso que muchos expertos aconsejan evitar las hierbas medicinales, mientras que otros recomiendan que solo lo hagas bajo la orientación del médico del bebé.

En Latinoamérica, es común el uso de infusiones suaves de hierbas, como el hinojo, el anís, la menta y la manzanilla. Pero habla siempre antes con el pediatra si vas a darle cualquier cosa a tu bebé que no sea leche materna o leche de fórmula.

Cómo sobrellevar el cólico de tu bebé y mantenerte en tu sano juicio

Un bebé inconsolable es un reto duro para cualquier padre. Si te dan ganas de llorar a ti también, adelante, hazlo. Y recuerda:

No es culpa tuya

Cuando tu bebé se resista a tus intentos por consolarlo o parezca enojado contigo, recuerda que es demasiado pequeño para culparte. Y aunque puedes hacer muchas cosas para tratar de calmarlo, el hecho de que tenga cólico no tiene nada que ver con tus habilidades como madre o padre.

No lo puedes hacer sola

Comparte el cuidado del bebé con tu pareja. Pídele a un familiar o a un amigo que te sustituya de vez en cuando, para que puedas salir a caminar o refrescarte con una ducha.

Si notas que te estás enojando o estás resentida con tu bebé, respira hondo y mételo en su cuna. Ve a otra habitación y procura tranquilizarte. O llama a un familiar o amigo para que venga a cuidarlo un rato mientras tú te calmas. (Jamás sacudas a tu bebé, no importa lo desesperada que estés).

Si no puedes llamar a alguien para que venga a ayudarte, contacta una línea de ayuda para familias en crisis (pide información en el consultorio médico de tu bebé). La gente que contesta estas llamadas tiene mucha experiencia y sabrá cómo ayudarte.

Cuídate a ti misma para que puedas cuidar a tu bebé

Para que puedas afrontar el desafío de cuidar a un bebé con cólico, es importante que descanses lo suficiente, te alimentes bien y hagas ejercicio.

Estás ayudando a tu bebé, aunque siga llorando

Quizás no puedas conseguir que tu bebé deje de llorar. De hecho, puede ser que lo que necesite justamente sea llorar, y lo mejor que puedes hacer es respetarlo y aceptarlo. Continúa cargándolo, meciéndolo y mostrándole tu amor, y deja que llore con la tranquilidad y la seguridad de saber que es muy querido.

Artículo escrito y revisado por Dr. A. Ferré MD. PhD, médico especilista en medicina del sueño infantil. Si tiene cuaquier duda puede realizara la doctor directamente pinchando aquí.

Bibliografia sobre el cólico del bebé

Infant Colic.Gelfand AA.Semin Pediatr Neurol. 2016 Feb;23(1):79-82. doi: 10.1016/j.spen.2015.08.003. Epub 2015 Aug 17.PMID: 27017027 Free PMC article. Review.

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Doctor Alex Ferré

Medicina del Sueño

Centro Médico La Rotonda
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