TERRORES NOCTURNOS
Se caracterizan por un despertar brusco precedido por gritos, llantos o sensación de pánico, acompañados de conductas de intenso miedo y signos vegetativos, como taquicardia, taquipnea, enrojecimiento, sudoración y aumento del tono muscular. El individuo no suele responder a los esfuerzos de terceros por despertarlo. En caso de hacerlo suele presentarse confuso durante unos momentos y no suele recordar más que fragmentos del contenido del terror. Es típica la amnesia de lo ocurrido al levantarse por la mañana. Suelen presentarse, como el sonambulismo, en fase de sueño de baja actividad, en el primer tercio de la noche. Tienen una duración de 1 a 10 minutos. Tienen una prevalencia del 3% en los niños y de menos del 1% en los adultos (sobre todo entre 20 y 30 años). Provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral de otras áreas importantes del individuo. Individuos con estrés postraumático o con trastorno por ansiedad generalizada presentan mayor riesgo de terrores nocturnos.
Sonambulismo y pesadillas - Terrores nocturnos
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- Categoría: Sueño en el adulto
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